El año va llegando a su fin y con él llegan los últimos coletazos de este 24meses24familias. La historia que hoy se cuenta en este blog es la de una familia que están viviendo esta aventura de una manera muy consciente y al mismo tiempo disfrutando de cada segundo, y a mi esto me parece lo más. 🙂
Iban es otro de esos aitas que Ene amatxo ha puesto en mi camino, con motivo del segundo embarazo de su pareja acudieron a la sesión sobre Sabemos parir y escucharle hablar ese día sobre cómo había vivido él el primer parto de su mujer me pareció algo muy potente… Poco a poco los hombres se van abriendo más a compartir sus sentires desde las entrañas y a mi me parece mágico que podamos hablar desde el tú a tú y desde lo que sentimos dentro. Os dejo con sus palabras y con lo que él está aprendiendo al ser aita. MILA ESKER IBAN!!! Feliz comienzo de ser 4. 😉
Después de cuarenta semanas llegó el momento. Por fin salimos del hospital con el bebé. Desde el principio te das cuenta de cosas en las que hasta entonces no habías reparado, es más, que ni te habías cuestionado nunca, por ejemplo la falta de respeto de la gente/sociedad con respecto tanto a les niñes o a las madres/padres.
Con respecto a lo que ocurre con les niñes, me parece algo espectacular. Todo el mundo quiere tocarles, besarles, acariciarles la cara…aunque sean personas desconocidas. Lo peor es que nadie se pregunta si les apetece o no. A nuestro hijo, una conocida, llegó a despertarle porque, palabras textuales: “Tiene mucho tiempo para dormir y no pasa nada”. La gente no se pone para nada a pensar en lo que hace, y le da lo mismo qué haya tocado previamente con esas manos, si ha fumado o no, lo que ha comido o bebido….
Con respecto a las madres, ella también reciben infinidad de faltas de respeto, por un lado por su papel como madres y además se suma la de ser mujeres. Los padres, en este caso estamos sometidos a la falta de respeto de ser padres, aunque no a la de ser hombres. A las familias todo el mundo nos da su opinión, nos importe o no, se la hayamos pedido o no, conozcamos a la persona o no. Todo el mundo opina, que si “se acostumbra a estar en brazos”, que si “hay que dejarle llorar”, que si “tiene que dormir en su cuarto”… Según va siendo más mayor el/la txiki es peor….
Una de las mejores decisiones que hemos tomado con respecto a la crianza de nuestro
hijo ha sido la de aplicar la crianza respetuosa y el movimiento libre, aunque suponga, en la mayoría de los casos, ir a contracorriente. La verdad, es que al principio, sobre todo con la comida, ya que hicimos BLW, le solía decir a mi pareja que perdía años de vida con esto (no todo es maravilloso y sencillo desde el comienzo), pero visto a posteriori, he de decir que fue una gran lección la que me dio nuestro hijo. Tengo que reconocer que los prejuicios inicialmente podían conmigo, pero rápidamente el niño se encargo de quitármelos. Una vez pasada esta primera etapa todo fue mucho más fácil para mí. Yo nunca había pensado en la educación de un/a txiki. De hecho nunca me
había planteado la paternidad de una manera u otra, pero tengo que decir, que tener a mi lado una pareja con las cosas tan claras y que me ayudo tanto a entenderlo fue clave para mí para poder utilizar estas herramientas. Una vez que lo tuve claro, repito, gracias a la inestimable ayuda de mi pareja y de las lecciones de mi hijo, todo fue mucho más fácil.
Desde entonces me he dedicado a disfrutar de mi paternidad responsable y a la educación, pero no la de mi hijo, sino la mía propia, con las lecciones que a diario me da él. He tenido que aprender a lidiar con la frustración, la mía no la suya; con los cabreos, los míos no los suyos y con las faltas de respeto, las mías, no las suyas, y la verdad es que esta siendo una experiencia muy enriquecedora y muy positiva.
Mucha gente dice que tener un/a hije no le cambia la vida, o que no quiere cambiarla. Yo he elegido cambiar mi vida para acomodarla a las necesidades de mi hijo, y tengo que reconocer que me he hecho mucho más egoísta, porque únicamente quiero estar con él, y pretendo yo integrarme en su vida de la mejor forma posible, no que él se integre en la mía sin que me suponga mucho cambio.
Ahora estamos esperando una segunda criatura, y aunque sabemos que va a ser muy duro estamos todes súper ilusionades, y yo preparado para aprender de ella, y seguir aprendiendo de su hermano.