Aralar es otra de esas amatxus que Ene amatxo me ha puesto en el camino y gracias al facebook sigo teniendo conocimiento de sus idas y venidas, lo cuál me alegra un montón. A través del «caralibro» fue como decidí plantearle el escribir en el blog, porque veía muchas fotos de ella corriendo en carreras y demás actividades de las que se supone que «cuando eres madre ya no vas a pdoer hacer». Este tema me conecta con esa frase que suele decir la gente de «cuando tienes hijes lo pierdes todo». Personalmente discrepo con esta idea de que hay que «aprovechar antes de que lleguen les txikis porque luego no puedes hacer nada», claro que se pueden hacer cosas con bebés y niñes, simplemente hay que adaptarnos un poco y sobretodo rebajar expectativas. Aralar y su familia son un ejemplo de ello, de cómo hay vida más allá del «modo bebé» 😉 . Como ya sabéis en Ene amatxo no hay mejores ni peores familias, digo esto porque si decides quedarte en casa hibernando con tus crías está igual de bien que si decides salir en ajias de Bilbo, aquí cada persona decide su camino y si eres feliz así avanto con ello.
Hoy os traigo a esta family festivalera para mostrar que nuestra vida no sólo sigue adelante después de ser amatxu, sino que podemos disfrutar de aquello que hacemos con les txikis de la casa. Eskerrik asko Aralar por tus palabras. 🙂
“Ser padre o madre no hace que pierdas tu vida, solo la vives de forma diferente”
No suelo decir que ser familia haya cambido mi vida, me gusta más contar que Lucía y Martina han cambiado mis prioridades. En mi caso tenía claro que ser madre no debía implicar una pérdida de mi identidad como mujer y como pareja; está claro que es diferente la forma de vivirla pero eso me ha hecho relativizar temas que quizá antes me hubieran hecho derrumbarme (en el trabajo, en las relaciones con las amistades, familia…).
Ahora mi chico y yo tenemos dos gremlins preciosas de 2 años y medio que desde el primer día han ido con nosotres allí donde nosotres íbamos. Con menos de un mes ya estaban animando al Bilbao Basket en el campo de Miribilla (bueno animando… durmiendo como lirones más bien). Hemos tenido que oír comentarios de todo tipo; “esas niñas deberían estar en casa” “éste no es sitio para estar con bebes”, a esto mi respuesta siempre ha sido “El sitio de un/a bebé es dónde estén sus ama o aita o donde elles crean que están mejor” (una escapadita de vez en cuando no hace daño ni a tu bebé ni a aita o ama, es mi opinión).
Aún recuerdo en el Festival BBK live de 2016 nos llamó la atención para bien unas chicas con un bebé de pocos meses disfrutando de los conciertos y dándole el pecho. Ese domingo tras el festival el test de embarazo dió positivo y enseguida pensamos que el BBK Live 2017 sería parecido a cómo habíamos visto a esas chicas; y así fué, mis hijas estuvieron en su primer festival de música con cuatro meses.
A mis peques les he dado el pecho desde que nacieron y por suerte a mí siempre me ha ido muy bien, eso nos ha facilitado las cosas a la hora de seguir con nuestras rutina y aficiones “la comida estaba lista en todo momento” y cuando vas fuera de casa es una gran ventaja. Los festivales los vives de una manera más tranquila, sin estar en primera fila de los conciertos, pero disfrutando del ambiente y de la música.
Antes de llevar a las peques al festival, consulte con la pediatra el tema y su respuesta fue que mientras no estuvieran a disgusto ni demasiado cerca de los altavoces no hay ningún problema; vamos normas básicas de sentido común. Fue un año diferente, fuimos al BBK live porteando casi todo el tiempo a una bebé mientras la otra dormía como si nada le sorprendiera. Muchas caras de sorpresa, gente animándonos a seguir con las peques en conciertos y pidiendo consejo para convencer a sus parejas para llevar a sus txikis, o a algún amigo que ha dejado de ir por esa razón… así que el primer año lo superamos sin mayor problema a excepción de mi cansancio y la lluvia típica de Bilbao 😊.
Lo mejor ha venido después, 2018 estuvo muy bien, conciertos, carreras y festivales con las peques ya conociendo un poco más el funcionamiento de estos eventos cuando llevas niñes. En 2018 descubrimos que si llevas el carrito hay privilegios jajajajajajaja; transporte especial y acceso a las zonas de movilidad reducida, para evitar meter los carritos y les niñes en las zonas de aglomeraciones; todo esto no lo suelen promocionar así que si no conoces a alguien que te cuente o llamas para informarte NADIE TE LO CUENTA.
Este año Lucía y Martina han acudido a su tercer BBK Live y han disfrutado yo creo que incluso más que nosotres. Seguimos con la teta, aunque ya comen de todo, siguen pidiendo su ratito en la titi, así que todos los días alguna vez que otra nos hemos podido sentar con las dos gordas enganchadas mientras disfrutábamos de algún concierto (en ese momento eres el blanco de muchas miradas, pero bueno en mi caso el que no quiera que no mire). Ya han llevado cascos especiales para reducir el volumen de la música y el ruido (no se recomiendan mientras las fontanelas no estén cerradas, ya que aprietan un poco. Hay que decir que les peques en estos eventos siempre son el centro de atención. Durante los conciertos de la tarde ellas lo dieron todo bailando, corriendo y cantando por ahí; mientras que por la noche cenita y a dormir en el carro como si el festival no fuera con ellas y así nosotros pudimos disfrutar de los conciertos grandes sin preocupación; eso sí rodeados de familias (eso antes no se veía en el BBK Live).
Tan buena fue la experiencia este año que la sesión de festivales fue doble, en agosto acudimos al SONORAMA RIBERA en Burgos. Y cuál fue nuestra sorpresa cuando descubrimos que dentro del festi había un mini festival SonoramaBaby para les peques con conciertos y actividades para elles (sala de lactancia, microondas, cambiadores, juegos para les más mayores con monitores/as…). Tengo que reconocer que volveremos ya que es una pasada cómo cuidan a las familias en este festival. Cada día los festivales de música están más enfocados y preparados para que podamos ir con les peques y disfrutar en familia. En la mayoría de ellos no pagan hasta una edad (BBK LIVE hasta los 12), tienen incluso campamentos paralelos enfocados a la música para que les niñes disfruten a tope del festival como pasa en el RESURRECTION FEST con el RESUKIDS.
Vamos que en general lo que me gustaría transmitir a las familias que lean estas líneas es que no tengan medo a ir con sus peques a los festivales y conciertos, que se informen de las facilidades y posibilidades para ir con txikis. Se disfruta mucho, compartes con les peques una de tus aficiones, que acabará casi seguro siendo la suya (mis peques ya en cuanto les ponemos las pulseras identificativas, ya dicen “vamos a Dantza-Dantza”).