Otro mes que volvemos con una nueva familia. 🙂 En esta ocasión os traigo a otro aitatxu, el cuál me hace especial ilusión que participe. Y esque Ioritz llegó a mi vida en un concierto de La Pegatina en jaias de Bilbo de hace unos cuantos añitos… Pasó de ser un desconocido a convertirse en la pareja de mi mejor amiga y con el tiempo, en un buen colega. Debo decir que no ha sido sencillo sentirle cerca, el tiene las palabras justas y yo no callo, el es reflexivo y yo saco toda mi energía en 2 segundos. Pero pese a las diferencias siento que tenemos muuuuchas cosas en común, entre ellas nuestra mirada hacia la crianza. Algo que me encanta de Ioritz es que tiene claras sus prioridades y sabe que la vida está para DISFRUTARLA, no le cuesta «salirse del tiesto» y si siente que su camino es por el lugar que no está escrito en el mapa lo hace pese al qué dirán, eso me mola de él, eso… y la pedatxo de tarta que me hizo por mi cumple el año pasado (este gesto es algo que no olvidaré, fue un regalazo que llegó en un momento muy potente de mi vida. 🙂 ). Ioritz es un «loco» de estos que ha dejado su trabajo para dedicarse a la crianza y a VIVIIIIIIR, ya lo dice la frase de «hay que trabajar para vivir, no vivir para trabajar» y por ello me encanta que nos cuente su vivencia de la paternidad, porque el tiene claro su rol, ser aitatxu es sostener y él ahí va haciendo su camino. ESKERRIK ASKO por recordarme que otra manera de entender la vida es posible y que la clave es ser valiente. Os dejo con sus reflexiones. 🙂
Cuando Ene me comento que escribiera sobre lo que para mí está siendo la paternidad, lo primero que pensé fue en aquellas preguntas de “¿Qué? ¿Cómo lo llevas? ¡Que vas a ser aita!” de gente cercana que se interesaba por el estado del embarazo. Es curioso porque yo siempre respondía: “¡Bien! aunque yo no soy muy consciente”. Como veis no era muy efusivo y no os equivoquéis, no era porque viniese de sorpresa, porque su tiempo costó que llegará.
Para mí, el ser aita, está siendo un PROCESO, tanto es así que en las primeras semanas de Izadi, si llevaba tiempo dormida era como si me olvidase de que ya había llegado.
Con esto quiero decir que a parte de estar más pendiente del “tandem” (Amatxu/Bebe), que tuvo un embarazo genial, no noté cambio alguno en mi día a día durante el periodo de gestación. Al fin y al cabo, sois las amatxus las que os transformáis, notáis cada movimiento y disponéis de una conexión directa con les txikitxus. A nosotros sólo nos queda cuidar que tengáis un entorno seguro donde la naturaleza siga su curso, observar los cambios físicos y notar alguna que otra patada. Es por eso que en realidad yo no me sentí útil hasta el día del parto. Mi pareja tuvo la suerte de disfrutar de la baja desde el tercer mes por riesgos inherentes a su puesto laboral y estoy seguro de que eso contribuyó casi en su totalidad a tener tan buen embarazo, al fin y al cabo tenia todas las energías puestas en su nuevo trabajo: gestar la nueva criatura.
Llegado el día del parto, esta sensación dió un giro de 180º sin ningún tipo de aviso: ahora mi acompañamiento era vital. Habíamos decidido tener un parto lo más natural posible, y por ello nos habíamos informado bien en cursos y charlas informativas. Y es que, en mi opinión, si pretendes tener un parto lo más natural posible, es responsabilidad del aita informarse para estar preparado el día del parto, haberlo hablado con la pareja y tener un esquema básico de lo que puede ocurrir (aunque es muy probable que nada de lo que planéeis ocurra): ese día la amatxu está como en TRANCE, pasando de contracción en contracción como si fueran olas que la arrastran esos días de resaca y de las que no puedes salir porque la ola no alcanza a romper. No está para tomar decisiones. Así que… decidid de antemano cómo queréis vuestro parto porque sino otra persona decidirá por vosotres y sobretodo defendedlo, que a veces en los Hospitales hay mucha prisa…
De esto ha pasado ya un año y tras este periodo de paternidad puedo decir que ME GUSTA MÁS APRENDER DE ELLA QUE ENSEÑARLE YO. Sinceramente creo que los/as bebés vienen con todo lo necesario para abrirse camino y aprender lo que les toca en cada momento si les brindamos un entorno seguro y les dejamos explorar y experimentar libremente.
Esta semana Izadi ha aprendido a subir escaleras a gatas y constantemente las busca para perfeccionar su técnica, hasta el punto que como dentro de casa no tenemos escaleras ella se las ingenia para seguir entrenándose y se sube al carrito, o a la cama. ¡Es admirable ese tesón! No importa cuántas veces no lo haya logrado, persiste hasta conseguirlo.
También me impresiona SU SONRISA CASI PERPÉTUA con esos 8 dientecitos que tiene y esa capacidad de buscar la novedad. Apenas tiene juguetes porque hemos observado que PREFIERE JUAR CON COSAS COTIDIANAS como las llaves, las zapatillas de su amatxu, perseguir al perro, sacar las cosas de la mochila… Aunque no haya un sólo juguete en la habitación, ella busca con qué o quién jugar. Y es que lo importante no es los juguetes que tenga, sino el tiempo y la libertad que tenga para cubrir sus necesidades de movimiento y exploración sabiendo que sus figuras de referencia estan presentes. Ese era un punto que teníamos claro y por ello en este año tanto la amatxu como yo DECIDIMOS COGER UNA EXCEDENCIA, NO SÓLO PARA CUIDAR SINO TAMBIÉN PARA DISFRUTAR. ¡Y creedme que ha sido una de las mejores decisiones de mi vida!
En este primer año de vida, Izadi ha estado en Francia, Italia y Portugal, viajando y durmiendo en furgoneta. También ha disfrutado a tope residiendo en Mazagon (Huelva) durante 5 meses donde ha completado su primera vuelta al sol. ¿Lo mejor de este año? Que nosotros NO NOS HEMOS PERDIDO NINGUNO DE SUS PROGRESOS. Hemos trabajado en equipo para hacer de esto un disfrute y no un motivo de estrés, con sus días buenos y malos, claro está, pero orgullosísimos de dedicarnos y dedicar este preciado tiempo a nuestra cachorrita.
¡Gracias Izadi por regalarnos este maravilloso año y que vengan muuuuchos más…!
¡No pierdas nunca esa sonrisa y carácter tan especial! ¡Nosotros haremos todo lo necesario para preservarlo!
Gracias Ioritz. Me ha encantado tu artículo. Me resuena mucho lo que estáis viviendo, aunque nosotros no hemos tenido la suerte de poder pasar juntos tanto tiempo con la nuestra. Te envidio de manera sana. Un abrazo muy fuerte!
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