Agosto… veranito… pero en este 12 meses 12 madres no hay vacaciones que valgan, asique aquí os traigo a otra amatxu dispuesta a contarnos algo sobre su maternidad. Itzi es una de esas persoans que la vida me puso en el camino, nos conocimos hace ya un par de años (o tres, no recuerdo bien cuándo fue la fecha exacta), en el grupo de crianza del Merkatua en Portugalete. Yo sentía una necesidad increíble de criar en tribu y como en Portu no tenía mucha red de amistades con txikis, decidí crear un grupo de crianza en un espacio de la noble villa jarrillera. 🙂 Itzi es una de esas personas que a medida que la he ido conociendo, me gusta más y más, por lo que me mola compartir tiempo con ella. Debo confesar que al comienzo no hubo fuegos artificiales al vernos ni nada por el estilo, de hecho recuerdo que una amiga suya me la había «vendido» como que era una tía de la leche y pensé «pues no es para tanto», las primeras impresiones a veces engañan…jajaja. Eso si, el tiempo le ha dado la razón a Esther y he podido descubrir que Itzi es una mujer muy potente, con las ideas claras, sin pelos en la lengua, que apuesta por una crianza respetuosa y consciente, con ganas de crecer como persona… Vamos una artista. 🙂 Además de que ambas somos amatxus compartimos nuestra pasión por les txikis. Ella sigue dentro del sistema educativo y lo que hoy viene a contarnos es un poco esa mezcla que siente después de haber sido madre al volver al aula con sus alumnes. Os dejo con ella. 🙂
Comenzaré por presentarme, soy Itziar, amatxu de una peque de cinco años y educadora infantil desde hace casi veinte. Mi ámbito de trabajo es el primer ciclo de educación infantil (0-3 años) y actualmente estoy en activo en un centro en Cantabria.
Cuando Ene me planteo escribir para su blog, lo primero que la dije fue; “¿¡yo!? Si mi maternidad no tiene nada de relevante…” Ella enseguida me espetó “noooooooo” y me compartió tres o cuatro cosas que me dejaron pensando… Así que sí, me anime y aquí estoy. Podría escribir sobre varios frentes que tengo abiertos dentro de mi maternidad, pero finalmente pensé que podía aportar algo más desde mi mundo de educadora infantil/madre.
Antes de ser madre mi vida era mi trabajo, con la llegada de la peque paso a un segundo plano (que conste que en su día jamás pensé que esto podría pasar, era pelín adicta al curro) y ahora… pues no tengo muy claro qué lugar ocupa, sinceramente hablando mal y pronto, últimamente el sistema educativo me repatea bastante.
Cuando comencé a trabajar, con 20 años, era una educadora más dentro de un sistema anticuado, donde la primera infancia no era tenida en cuenta. Después empecé a ver otras formas, otras miradas… y fui modificando mi manera hacer y sentir. Al llegar mi peque, ¡¡¡BUUMM!!! Ahí vino el porrazo máximo, para entonces tenía algo de formación en pedagogías activas, pero el cambio grande llegó con mi maternidad.
Soy consciente de que voy a tirar piedras sobre mi propio tejado, pero ahora mismo este es mi sentir. Quiero aprovechar estas líneas para dejar claro que los niños y las niñas de 0-3 años, hasta los 6 tampoco estaría demás pero sobre todo en esta primera infancia, donde mejor están es en sus casas, cuidados y mirados por sus padres-madres. Ni las escuelas infantiles, ni las aulas de 2 años, son necesarios para ellos y ellas (salvo en casos muy excepcionales). Estoy cansada de oír frases del tipo: ”Con lo bien que están en el cole socializando”, “en la escuela aprenden un montón de cosas”, “anda sácale ya de tus faldas, que les niñes deben estar con otres niñes” “que se acostumbre, que llorar no es malo” … ¡¡¡¿¿¿PERDOOOON???!!! La socialización no se establece en estas edades, además no hay nada curricular que un niño o una niña deba aprender entre cuatro paredes. La calle, la vida cotidiana y el día a día junto a sus seres queridos es lo que realmente les da ese aprendizaje acompañado de amor, muuuucho amor.
Con este post no vengo a criticar, a las familias que optan por la escolarización temprana, sería incoherente porque yo lo hice (también os digo que no lo volvería a hacer). Lo que sí que quiero criticar es el sistema educativo y la falta de interés de parte del profesorado. Estar entre 18-20 niñes dentro de un espacio artificial es anti natura, en estas edades las conductas son primarias, con lo cual, todes aprenden de sus iguales conductas primarias (véase, morder, pegar…), no saben compartir, no tienen por qué hacerlo, pero les obligamos a ello. Usan pañales, pero hay profesionales que se niegan a cambiarlos y fuerzan un proceso que es puramente madurativo y por mucho que nos empeñemos llegará cuando tenga que llegar.
Muchas de estas cosas sí las tenía claras antes de ser amatxu, pero hay otras que se despertaron en mí después. Ahora me cuestiono seriamente la falta de formación que tenemos en cuestiones de CRIANZA.
– ¿Qué es el apego?
– ¿Qué es la lactancia materna?
– ¿Qué es el colecho?
– ¿Qué es la alimentación autorregulada?
– ¿Qué es el movimiento libre?
– ¿Qué es el porteo?
– ¿Cómo se da el control de esfínteres?
Estas cuestiones son verdaderamente importantes y muches profesionales de esta etapa no tenemos ni pajolera idea. Sabiendo de estas cuestiones entenderemos a cada peque y a cada familia. Elles necesitan apoyo y asesoramiento y desde los colegios damos pautas aberrantes. Estamos para ayudar, no para hundir y minar.
Así que, desde aquí, no sé cuántos profesionales de la educación leerán este post, pero por mi parte os animo a investigar, tirar del hilo, buscar profesionales formados en estos temas. Lo curricular no vale de nada si no atendemos lo más importante, debemos complementar la crianza, debemos aliarnos con las familias, no verlas como enemigas, que entren en el espacio, que compartan, que aprendan de nuestro hacer y viceversa, nosotres aprendemos de elles. Nuestra labor es complementaria, lo contrario solo genera desconfianza y malentendidos.
Por mi parte sigo trabajándome, porque este es un camino largo, las teorías son importantes, pero hay muchas capas que quitar, creencias que desmontar y cuestiones por desaprender. Esa también es nuestra labor, sanar, para poder dar lo mejor de una, en la crianza y en el aula.
OPEN MIND compañeros/as, y familias luchar por vuestros derechos, que son vuestros.