Hoy estoy agotada, estoy menstruando y eso también cuenta, es uno de esos días en los que sólo quieres hacerte bichobola y que el mundo desaparezca… Estoy cansada de la sociedad en la que vivo, harta de escuchar mensajes negativos, de ver que la violencia está normalizada (yo misma hay veces que la normalizo y es una mierda), pero sobretodo me agota vivir en la cultura del miedo.
Podría poner mil ejemplos, pero tratándose de Ene amatxo, voy a hablaros de algunas situaciones relacionadas con la maternidad y la paternidad:
- Preconcepción: El miedo al ¿y si soy infértil?, esas dudas cuando pasa un mes y llega la menstruación, pasa otro mes y vuelve a venir, y así sucesivamente. El miedo cada vez va siendo mayor…. El miedo a no poder tener hijes.
- Embarazo: ¿y si sale mal? ¿y si le pasa algo? En la sesión que doy sobre el parto, suelo contar que para mí el peor examen de toda mi vida fue la primera ecografía que me hicieron de Ekhi. Recuerdo esas semanas previas y ese día en concreto lleno de nervios (de hecho nunca he estado tan nerviosa como aquel día). Además de las ecografías, las revisiones, las pruebas… Sentir constantemente que algo puede ir “mal” es agobiante. Aparte de los controles, el entorno y sus “no comas eso” “no hagas lo otro”. SEÑORXS ESTOY EMBARAZADA, NO ENFERMA… Debo decir que viví un embarazo suuuper tranquilo y lo disfruté al máximo, pero desde la distancia me doy cuenta del daño que hacen determinados comentarios…
- Parto: Miedo al dolor, miedo a no saber hacerlo “bien”, miedo a “no aguantar”, miedo a que “se complique”, miedo a parir en casa, miedo, miedo y más miedo… De hecho, una semana antes de que Ekhi naciera hubo un día en el que me desperté acojonada (tal cual), fue un día de muchos nervios, lloré infinito sin motivo aparente. El miedo era lo que me tenía paralizada como cuando era niña y no sabía qué hacer. Pese a todo, ese día lo recuerdo como algo bonito porque pasé de estar asustada a sentirme segura, todo cambió cuando acudí a mujeres que ya habían dado a luz. Mujeres que ya habían pasado por eso, mujeres que me dejaron claro que “TU PUEDES”. Mujeres… adoro a las mujeres. 🙂
- Crianza: Cuando llega tu bebé nuevamente viene el miedo, a cómo cogerle, a hacerle daño, a no saber si lo estás haciendo “bien”, miedo a que no engorde, miedo a que esté engordando demasiado, miedo a que se quede con hambre, miedo a que se empache, miedo a que no gatee, miedo a que se atragante, miedo a que no aprenda a leer “cuando toca”, miedo a que sea el/la rarx de la clase, miedo a que suspenda, miedo a que elija “malas” compañías, miedo a que vaya sola por la calle y le pase algo, miedo al qué dirán… (Todos estos miedos no son míos pero cada uno de ellos los he escuchado en los últimos meses)
Y así vivimos con miedo a todo. El lunes, en concreto, en la sesión de alimentación complementaria autorregulada un aita me decía que venía a la sesión para que le convenciera de que el BLW era lo mejor. Mi respuesta fue clara “yo no voy a convencerte de nada”. Y es que mi objetivo al crear este proyecto no es adoctrinar a nadie…
Ene amatxo surge de la necesidad de buscar información veraz y actualizada. En mi caso el parto fue el click que me hacía falta para ser consciente de que la vida no es un jardín de flores y que o te informas o te joden. Suena duro pero así lo siento. Pronto se acerca el 25N y aprovecharé para hablaros sobre violencia obstétrica, porque yo la sufrí en mis propias carnes. A lo que iba, que me disperso…jejeje. Ene amatxo nace para hacer llegar a las familias esa información que no nos cuentan, para desmontar mitos referentes a la maternidad/paternidad, para acompañar a personas en este proceso vital como es la creación de una familia. Porque vivimos en una sociedad en la que los días los marca el reloj, la agenda, las tareas, el trabajo, los quehaceres… y cuando termina el día te das cuenta que has ido de un sitio para otro, que has pasado todo el día con tu bebé pero realmente no has tenido ni un minuto para PARAR y simplemente SABOREAR el momento. Ese aquí y ahora. ESTAR PRESENTE PLENAMENTE.
Para eso cree Ene amatxo, para poner freno y ser consciente de cada paso, de que ¡la vida vuela! Ese bebé que ahora mismo está en tu barriga, o en tus brazos en nada será un/a niñe que corra y para cuando te des cuenta volará del nido. Llamadme loca pero así lo siento, cada vez que veo a Ekhi flipo con lo mayor que está. Hace dos días yo estaba embarazada y ahora ese bebé tiene 3 años!!!
En la sesión del lunes que os hablaba me pedían datos sobre muertes sobre atragantamientos… porcentajes… querían recetas exactas “dale un cuarto de un plátano cortado de tal manera y así no se ahogará”… Fue un momento cuanto menos curioso, es como si te vas a comprar una silla de coche y pides que te den información sobre las muertes que hay con esa silla… El ser humano… Así somos…
El mensaje que transmito desde Ene amatxo es claro, se basa en el RESPETO y la CONFIANZA. Respeto a los ritmos de todas las personas que integran la familia (recalco, todxs porque a veces por respetar a nuestrxs bebés no nos respetamos a nosotras mismas y tampoco se trata de eso…) y confianza en la vida, confianza en los procesos vitales de cada unx, confianza en que somos capaces, que la naturaleza es sabia. Esto no es sinónimo de que seamos insensatxs y le dejemos un cuchillo jamonero para jugar a nuestrx bebé de 2 meses. Confianza si, pero ser gilipollas no… 😛 Y para eso está la información.
Por eso hoy vengo a invitarte a que te pongas tapones, cierres los ojos y ESCUCHES DENTRO DE TI. ¿Qué te resuena? ¿Qué necesitas? ¿Qué te pide el cuerpo? Sea lo que sea es lo que has de hacer, olvídate de lo que el resto opine (puedes aprovechar los tapones para ponérselos en la boca a lxs opinólogxs 😉 ). RESPIRA, SIENTE y sobretodo DISFRUTA del momento, sea el que sea. Embarazo, contracciones de parto, las 5 de la mañana y tu bebé en brazos…
Para ayudarte a parar, te vuelvo a traer música (además de las mujeres también adoro la música 🙂 ). Te dejo una canción de la que suelo cantar una estrofa en alguna de mis sesiones (si, canto y todo…jajajaja) «Saber que se puede, querer que se pueda, quitarse los miedos sacarlos a fuera». Escúchala, te la pongo para invitarte a poner freno y para silenciar el ruido que nos rodea en forma de creencias, opiniones, comentarios…
Feliz día y feliz vida.