Fin de semana intenso… con varias reflexiones rondando por mi mente, asique aquí vengo con ganas de soltar lastre… Si tuviese que elegir una frase para definir lo que siento en mi barriga, sería aquella de Mafalda que dice: «¡Paren el mundo que yo me bajo!»
Todo comienza el viernes al mediodía en casa de mi aitite, el suele ver el telediario mientras come, desde que Ekhi llegó a nuestras vidas en su casa cogimos la costumbre de comer sin tele, pero el viernes cuando yo llegué, ya estaba la tele encendida asique nos tocó ver las noticias. No sé si me entraron más ganas de vomitar o de dejar de comer… Sólo recuerdo que pensé: “El mundo está fatal” Todas las noticias eran de muertes, bombardeos, vandalismo… Ni una noticia positiva!!!! Hace casi un año que quitamos la tele de nuestra casa (sin duda alguna una decisión que volvería a tomar mil y una veces, para lo que hay que ver… os hablaré de ello en otro post, cómo tomamos la gran decisión de regalar la tele). Pues eso, que me quedó un mal sabor de boca al ver tanta violencia a lo largo del planeta.
Pero el mal sabor de boca no termina aquí. Y es que no es la primera vez que me pasa, esa sensación de sentirte fuera de lugar, como si lo que estuviese pasando lo estuvieras viendo en una película en vez de ser consciente que estás ahí en vivo y en directo… Ayer, mientras trabajaba en el bar sucedieron dos cosas que me tienen dándole vueltas al coco… La primera fue una historia de mi jefe, me contó que la semana pasada vio como un señor pegaba a otro en la calle, él iba conduciendo y al ver a aquel hombre pegando puñetazos a otro, lo que le salió fue parar el coche como pudo y dirigirse hacia el agresor gritando que iba a llamar a la policía. Fue un gesto altruista, mi jefe no sabía quién era la víctima y es que eso es lo de menos, el hecho es que él presenció cómo estaban pegando a alguien y consiguió detener aquella agresión con su actuación. Nadie le va a poner la medalla al ciudadano del año ni mucho menos, pero desde aquí yo te digo: aupa tú!!! ¿Por qué os cuento esto? Pues porque un rato después de haber estado hablando sobre ello (hablamos de cómo la gente pasaba por al lado de la pelea y nadie se metía, ni intervenía), salí a la terraza a recoger algunos vasos, y en una de las mesas estaba una familia hablando, una señora le decía a una niña: «Si te pega le dices que tú se la vas a devolver más fuerte» «Es que eres tonta, a ver cuando empiezas a defenderte»… (No me invento nada, las frases son literales, las tengo resonando por mi mente desde ayer). Una de las mujeres le contaba a otra que la niña no quería contárselo al profesor, y la otra señora no paraba de meterle caña a la niña. ¿Qué hice yo? NADA… Terminé de recoger los vasos y me metí dentro a seguir trabajando… Quizás penséis que es lo normal que ¿por qué iba a tener que meterme donde nadie me llama? Os pondré otro ejemplo, si una mujer es maltratada por su pareja y su amiga le está diciendo que se defienda, que es tonta por no pegarle ella a él, ¿qué opinaríais? Ayer yo me quedé con las ganas de decirle mil cosas a aquella señora, pero en el momento me quedé bloqueada y pudo conmigo el “quedabienismo” de detrás de la barra, ese que dice que “el cliente siempre tiene la razón y que en ocasiones nos toca oir, ver y callar”. Tuve la misma sensación que cuando alguien me suelta cualquier chorrada sobre lo mayor que es Ekhi para seguir tomando teta, hay días que salto con un: «no se preocupe, llegará el día que cambiará mis tetas por las de otra” y otros días en los que estoy tan saturada y/o agotada que paso y hago una de dientes, dientes…
Esta es la parte oscura del finde, esa que me recuerda que NUNCA (pese a no gustarme los absolutos en esto lo tengo claro y es nunca en mayúsculas), NUNCA, NUNCA tengo que utilizar la violencia con Ekhi, pegarle, gritarle, chantajearle, ingnorarle, quitarle algo por la fuerza, ecétera no demuestra mi superioridad, al contrario demuestra mi falta de recursos y saber estar. No hay motivo que valga que justifique una agresión a un/a niñx (y especifico lo de niñx, porque parece que la violencia entre personas adultas está mal vista, pero por desgracia no todo el mundo ve mal pegar a un/a niñx). No sólo no creo en las tortas a tiempo, sino que creo que es algo denunciable. Llamadme crestas, radical o lo que sea pero lo creo firmemente (he de reconocer que hace unos años no me parecían mal los cachetes, pero con lo que se ahora, discrepo al 100% con su uso).
Hoy Facebook me recuerda que hace un año compartí este post sobre la frustración innecesaria en la infancia. Y esque no me cansaré de decir que yo no quiero que Ekhi se «acostumbre» a la vida, lo que quiero es que la vivaaaaaaaaa!!! No tengo ninguna duda de que nadie se malacostumbra a los besos, las caricias, los mimos… En contacto es vital, somos seres sociales y necesitamos lxs unxs de lxs otrxs.
Porque lxs bebés y lxs niñxs no son los ciudadanxs del futuro, SON CIUDADANXS HOY!!! Respetemos sus necesidades, sus gustos, sus ideas… Y transmitámosles toooooodo el amor del mundo mundial, quizás así llegue el día en el que las noticias en los telediarios sean agradables, el día en el que ningún/a niñx reciba golpes de sus compañerxs de clase, el día en el que yo ordeno y mando porque soy tu ma/padre sea algo como de la prehistoria…
Os dejo un par de videos que me encantan, este que demuestra como el poder de cambiar el mundo lo tenemos en nuestras manos:
Y este otro que demuestra cómo lxs niñxs son los seres más inteligentes de este planeta, dejémosles hacer no necesitan aprender nada del mundo adulto…
Por más infancias y vidas felices, STOP A LA VIOLENCIA!!!