A lo largo de estos 15 meses como amatxu, han sido varias las ocasiones en las que palabras como; igualdad de género, conciliación familiar, paternidad consciente y demás, han venido a mi cabeza… Debo decir que durante varios meses, una y otra vez me he chocado con el timo del 50%. Y por eso lo digo alto y claro, NO SOMOS IGUALES, ni en lo que a maternidad y paternidad se refiere, ni en mil cosas más… Las mujeres somos mujeres, y los hombres son hombres, pretender que hagamos, pensemos o sintamos igual creo que no es real…

Porqué os cuento todo esto, pues básicamente porque siento que es algo de lo que no se habla mucho, o por lo menos no abiertamente, siento que es otro de esos temas «tabú» de la maternidad.

Hoy quiero abrir un poco esa caja de Pandora que es… EL PAPEL DEL PADRE (redobles de fondo…Txan-txan, txan-txan…jajajaja). Nos han vendido una historieta de que hombres y mujeres somos iguales, que ambos tenemos que estar al 50% con las tareas del hogar, con el cuidado de lxs hijxs… y a mí me hace gracia… (de vez en cuando, si la situación me supera también me entra la llorera, pero hoy estoy en modo «me meo de la risa de la igualdad»).

Os voy a poner la situación de esta misma tarde, yo no estaba en casa cuando Ekhi se ha despertado de la siesta y se ha enganchado un berrinche de la leche (y nunca mejor dicho). El padre de la criatura ha intentado calmarle, pero hoy, por una razón o por otra la llorera ha sido larga. Para mí el motivo está claro, AITA NO ES AMA. Con esto no quiero decir que un padre no pueda ofrecerle a su hijx lo que necesita, claro que puede pero de diferente manera, ni mejor ni peor, simplemente diferente. Por eso mismo, tengo claro que NO SOMOS IGUALES, una madre es una madre y un padre es un padre. Parece obvio, pero son taaaaaantas las discusiones que se dan por estos temas…

Por eso hoy mi post va para ellos, por esos aitatxus que están ahí, presentes, dando todo lo que tienen… Y especialmente estas líneas van para Gorka, porque día a día vamos superando la mentira del 50%, porque ambos sabemos que no somos iguales, el aporta unas cosas a nuestra familia y yo aporto otras, porque ya lo decía Amaral eso de «a veces te matariiiiia, otras en cambio te quiero comeeeeer», pero sobretodo porque juntos seguimos multiplicando. GRACIAS por seguir ahí y por ser el mejor aitatxu que Ekhi podría tener. 🙂 Pues eso… QUE TE QUIERO MARIDOOOOO!!!